Iluminación natural en espacios de trabajo
Hablando de temas de salud laboral, la iluminación y en especial el uso de la luz natural en los espacios de trabajo incide directamente en el bienestar de los trabajadores.
Existe una estrecha relación entre la luz natural y la salud física y emocional de una persona pues interviene en numerosos procesos biológicos. Tanto es así que existe el llamado Trastorno Afectivo Temporal, una depresión cuyos enfermos sólo la padecen los meses de otoño e invierno. Es entonces cuando los días tienen menos luz solar. Estas personas mejoran cuando se acerca la primavera.
Así, su uso en la oficina se relaciona con la higiene laboral y está demostrado que mejora notablemente el clima laboral. Y es que cuando las personas se sienten mejor, trabajan mejor.
Su correcto aprovechamiento contribuye a disminuir el estrés y dormir mejor. Además, de crear un ambiente de trabajo más confortable y satisfactorio para los trabajadores. Esto se refleja de forma muy positiva en la productividad y rentabilidad empresarial.
Por otra parte, existen también razones económicas y medioambientales que aconsejan su uso. Los expertos señalan que su armonización con la luz artificial conlleva una reducción en el consumo de electricidad y un ahorro considerable de energía.
Hay recursos clave para optimizar el aprovechamiento de la luz natural que ingresa en un espacio de trabajo:
- Utilizar paneles divisorios bajos en las estaciones de trabajo.
- Instalar divisores vidriados transparentes en despachos cerrados.
- Priorizar la ubicación de las áreas de trabajo operativo por sobre las jerárquicas en zonas de mayor incidencia de luz natural.
- Acondicionar los cristales con dispositivos de control solar.
- Utilizar superficies difusoras de colores claros para que reflejen la luz solar hacia el interior en todas las direcciones del espacio. En ese sentido, pisos, tabiques y cielos rasos juegan un papel fundamental como superficies reflectantes.